viernes, 19 de febrero de 2010

Organización y formación: nuestras prioridades


Hemos dicho en diversas oportunidades que la Revolución Bolivariana transita un momento histórico de desenlaces en el que los avances hacia el socialismo se verán frenados por enemigos internos y enemigos externos y este año de elecciones parlamentarias se pone a prueba la capacidad que tiene el pueblo organizado para ocupar posiciones de avanzada y lograr victorias que ayuden a consolidar el proceso revolucionario.
Sin embargo la coyuntura electoral debe servir para consolidar posiciones estructurales en la lucha por el socialismo y afianzar el poder popular como objetivo de largo aliento. Visto así los que nos debemos y trabajamos el tema mediático como eje transversal de lucha debemos dedicarnos a comprender a conciencia las necesidades y prioridades que nos planeta la actual situación política en el mediano y largo plazo..
Esas prioridades a mi modo de ver están en la formación de cuadros del pueblo y en hacer uso de los recursos mediáticos de manera inteligente, creativa, crítica y en poner a disposición del soberano de los recursos metodológicos para el manejo de sofisticadas tecnologías con contenidos políticos e ideológicos avanzados.
La otra prioridad es el uso de la inteligencia en todos los ámbitos, la social, la colectiva, las investigaciones en los procesos vitales para el desarrollo del país donde debe estar como primer frente las prioridades sociales y las estructurales, la producción, la alimentación, la educación, el ambiente, la seguridad, los servicios públicos, es decir nuestros recursos vitales.
Es una necesidad salir victoriosos de esta coyuntura electoral pero también pensar en el largo aliento que le dará oxigeno a la Revolución Bolivariana y ello pasa por la comprensión de un estado nuevo, que se ajuste a las aspiraciones del pueblo venezolano. El camino es duro porque este estado se resiste y se duele cada vez que se le tocan sus llagas, que será necesario extirpar para construir el estado socialista.

Aldemaro Barrios Romero
venezuelared@gmail.com
Fotos: Miguel García Moya. Serie "Pume"

jueves, 11 de febrero de 2010

Quemar al país, salvar al país.


Quemarlo todo pero esconder el tizón antes de tirarlo al pajonal, que más no quisieran quienes se oponen irracionalmente a la construcción de un nuevo modelo de civilización socialista, no dudo que los oposicionistas piensan en generar caos para culpar al Gobierno Bolivariano de que la tragedia hemisférica del calentamiento global es culpa de Chávez.

La verdad ciertamente es que tenemos que tomar las precauciones debidas y prepararnos para otro ensayo de resistencia como otras veces lo ha hecho el pueblo venezolano al enfrentar dificultades como las que se nos plantea en términos de ahorro electricidad, del uso racionado del agua potable y de cambiar algunos malos hábitos que tenemos que desaprender con un pueblo organizado y disciplinado.

Ha comenzado un período severo de sequía que probablemente dure hasta el mes de mayo, veremos arder montañas, seguramente el 20% de bosques que quedan al norte del Río Orinoco podrían ser reducidos a una peor condición, por ello hay que actuar desde ya.

De las tareas prioritarias de esta Revolución esta la seguridad alimentaria pero sobre todo la preservación de las fuentes forestales donde se esconde la vida, el agua, las nubes y el futuro de este país y ello corre por cuenta de los cuerpos de seguridad forestal pero también los consejos comunales y del pueblo organizado.

Será una prueba dura que sabremos afrontar con dignidad para responder a la irresponsabilidad de los países industrializados del mundo y a cuarenta años de desgobierno que todavía arrastra consecuencias nefastas para la República Bolivariana de Venezuela.

Aldemaro Barrios Romero
venezuelared@gmail.com

domingo, 7 de febrero de 2010

Alerta naranja



Cuando el país se debate entre los gritos histéricos de la adolescencia política oposicionista y sus respectivos abultamientos mediáticos nacionales e internacionales, la nación, como otras del hemisferio, es afectada por el fenómeno de calentamiento climático y una continua y persistente desaparición de bosques por efecto de la tala y la quema indiscriminada, especialmente en zonas altas, cuyos árboles siguen cayendo hacia la aridez de una tierra cada vez más desolada.

Para muestra las estadísticas de la FAO ofrecidas hacia el año 2001 daban cuenta de que “durante la década de los 70, los bosques de Venezuela fueron talados a razón de 245.000 hectáreas por año (FAO, 1988).. En la década de los 80 la destrucción aumentó en forma dramática, para alcanzar un promedio de 600.000 hectáreas por año (FAO: FOREST RESOURCE ASSESSMENT 1993). Sólo en esta década años se destruyeron en el país 6 millones de hectáreas de bosques”.

¿Quiénes eran los responsables entonces? Ya lo sabemos pero ¿cuál nuestra responsabilidad hoy?. Definitivamente diseñar políticas impactantes conducentes a neutralizar la desaparición de bosques con especial atención sobre zonas altas serranas que es donde se desarrolla el mayor ciclo de evaporación, densificación y enfriamiento de las nubes que nutrirán las fuentes acuíferas para el consumo humano.

Por experiencia propia conocí la sordera de algunos funcionarios medios de ambiente en este proceso revolucionario sobre proyectos y propuestas destinadas a neutralizar este fenómeno en regiones puntuales como la Serranía Maestra del Interior, tan agravante como el calentamiento global es la indiferencia oficinesca, luego me di cuenta que algunos eran los mismos burócratas que durante las décadas de la Cuarta República nada hicieron para asumir posturas de responsabilidad para la conservación ambiental.

Centros ecológicos de desarrollo endógeno combinando la acción socioproductiva que apliquen programas técnicos con rubros como el plátano concertadamente con la siembra de especies perennes, un paso más allá de la Misión Árbol, permitirán una recuperación lenta pero progresiva de suelos afectados por talas y quemas anuales especialmente en zonas serranas. Por ello la producción intensiva en vez de la extensiva es una acción revolucionaria urgente impostergable para la defensa estructural de este Proceso Bolivariano.

Aldemaro Barrios Romero
venezuelared@gmail.com