viernes, 27 de julio de 2007

Amèrico Silva, El Catire martir


«Nuestros muertos, nuestras banderas, merecen, al menos, que reproduzcamos alguna parte de su ejemplo, alguna parte de su sacrifico, de su heroísmo»
Jorge Rodríguez,Vicepresidente Ejecutivo de la República. 26 de julio de 2007.


Un texto que corresponde al título Los Caminos del Guerrero* encontrado en Internet, realizado en 1972 da cuenta de que al combatiente Américo Silva lo venían siguiendo desde que bajó de las montañas de Oriente en diciembre de 1971, siendo comandante guerrillero para incorporarse como organizador de un frente guerrillero en Guayana.
Ese texto más aparecido a un informe policial que a literatura, encontrado en la web está firmado nada más y nada menos que por Luís Posada Carriles, hoy confeso terrorista y protegido del gobierno de Washington, entonces oficial de alto rango en la policía política venezolana (DISIP), agente especial destacado para diseñar labores antiguerilleras y de inteligencia para penetrar la guerrilla venezolana desde los años 60.
Este testimonio lo da Luís Posada Carriles en su informe y nos preguntamos hoy ¡¿sabían las autoridades detalles de la movilización de Américo Silva antes de ocurrir el supuesto enfrentamiento? Si esto fue así entonces estamos ante una delación, la presunción viene por las características del texto descriptivo de Posada Carriles, que contiene detalles de las actividades que Américo Silva estaba realizando en la región guayanesa. ¿Estaba siendo seguido? Sin duda y lo habían “zapeado”, sin dudas.
“Eran las once de la noche…en el kilómetro 27 había una alcabala de la Guardia Nacional, detienen el carro donde venían los guerrilleros y los guardias le pidieron sus identificaciones (eran falsas) …el soldado José Raúl Alcalá notó algo sospechoso y los mandó a bajar del vehículo, Américo Silva desenfundó una pistola 45 y le disparó al soldado quien cayó mortalmente herido…”
¡¿Quién zapeó a Américo Silva? ¿Porqué Bandera Roja hoy esta confabulada con la derecha más putrefacta? ¿Qué sabrá Gabriel Puerta Aponte sobre lo ocurrido entonces? Son preguntas que nos hacemos hoy y que deben tener respuestas.
Sus compañeros de lucha de El Bachiller recuerdan a Américo Silva como un hombre íntegro, de una valentía y rectitud moral a prueba del fuego más intenso pero sereno, de aspecto físico delgado, catire y ligero de caminar. Alguna vez en uno de los hostigamientos que hizo el ejército a los miembros del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora en un sector cercano al sitio de La Raya, entre Guárico y Miranda cercan de Macaira, al sorpresivo ataque de la infantería de marina, los 58 guerrilleros que acampaban allí, se dispersaron en un sistema de repliegue y contraataque preconcebido. Súbitamente Américo consigue el escape por el camino de una quebrada agua abajo, corre velozmente seguido muy de cerca por otro combatiente, Rafael Barrios, alias Tabaquito, bajo una lluvia de balas de fal silbando las cabezas guerrilleras con murmullos de muerte.
Detrás de ellos venía un pelotón de soldados de infantería, que disparaban asustados y desordenados, sin puntería. En la carrera aguas abajo, Tabaquito observa que Américo salta por los aires al vacío y sin otro recurso también se lanza al vacío, diez metros abajo caen en un pozo de agua que cruzan nadando para perderse en la espesura de la montaña y escapar del acoso militar.
Distantes habían dejado a los soldados, entonces los dos guerrilleros ya tranquilos se recuperaban de la huida, de pronto Américo se dio cuenta que había perdido las cacerinas de su fusil AK, cosa que él se autocriticó siempre, porque ello no debía ocurrirle a un guerrillero, por esto se lamentaba y exponía su caso como una experiencia que no debía repetirse según cuenta su compañero de lucha. Ahora podemos decir que menos mal se perdieron dos cacerinas y no perdieron la vida porque si no hubiéramos perdido el tesoro de esas memorias de la lucha libertaria que estos combatientes mantuvieron y mantienen por años.
Hoy queda pendiente el juicio moral a quienes traicionaron los principios de justicia por los que cayeron miles de venezolanos, hoy los sueños de màrtires como Amèrico Silva estan floreciendo en escuelas, fàbricas, camino al socialismo que ellos proyectaron y que hoy millones de niños, jòvenes, mujeres y hombres venezolanos construyen.

* Portal Internet: Los Caminos De Guerrero. Luís Posada Carriles

Aldemaro Barrios Romero
aldemarobar@yahoo.es

jueves, 26 de julio de 2007

“Lo que querían era matarme”

Cecilio Canelón. 1964. Testimonios desde las torturas de la IV República

Cecilio Canelón, era sobrino de Desiderio Canelón el mismo de la canción de Ali Primera “Me lo contó Canelón”. Cecilio fue capturado en 1964 como él lo cuenta, y ciertamente sirvió como correo al Frente Guerrillero Ezequiel Zamora del Bachiller en Miranda, norte de Venezuela, cuyo Comandante para la época era Fernando Soto Rojas, durante los años 64, 65, 66 y 67. Miembros de su familia fueron asediados, torturados y algunos de ellos asesinados, sin embargo el nunca negó, delató o traicionó a su grupo, fue un verdadero héroe de la entereza heredada de la raíz aborigen tomuza que habitó esos mismos territorios durante la guerra de resistencia aborigen en el siglo XVI.. Cecilio Canelón murió en noviembre de 2006 en San José de Guaribe, estado Guárico, hoy ofrecemos la trascripción de una entrevista realizada en septiembre de 2005 que a continuación presentamos.

“Yo me llamo Cecilio Antonio Canelón Arzola, Yo nací en Turiepe (Miranda) me crié en Turiepe…me dijeron que no volviera pa` allá cuando salí (de la cárcel)
(1964) Yo estaba en Turiepe y fui a la Trinidad en Río Grande a un velorio de una comadre que se había muerto. Y ahí estaba el delator un tal Pino, un infiltrado en la guerrilla, entonces en lo que se dio cuenta de todo, se fue y allí fue que supieron todo lo que había en la montaña y todo lo que se hacia.
Después que me detuvieron en la Trinidad, el carajo, ya vestido de verde, no lo conocí de momento, me dice, “tu vas a decir todo, con tal que tu digas todo, a ti no te va pasar nada”, le dije, si es que yo no se nada de eso, todo esto fue cuando me traían en el camino cuando íbamos pa` bajo (San José de Guaribe, Guárico), me traían preso, esposado de Río Grande pa` acá, en un convoy del ejercito , el río estaba hondo y esa vaina pasaba por esos grandes barrialones.

Me trajeron y me metieron en la Escuela Artesanal Granja, me dijeron “no te pares de aquí estate sentado porque si te paras te matamos, ese hueco que tu ves ahí fue un tiro que le dieron a uno”. Me quitaron la ropa, todo, todo, me agache arrescostaito en un rincón ahí pasé la noche, llevando picó e plaga, entonces a los tres días me pasaron pa` Cùpira en un helicóptero, a mi y a otro viejito que llamaban Carlos María Vasquez. Me esposaron y me amarraron y se me sentó un teniente al frente, así, y sacó la pistola se la puso así (señala a un lado) no me quitaba la vista pero ni un segundo con la pistola montà y agarrà. Yo dije horita me echa un plomazo y entonces me zumban pa` abajo porque vivo no me pueden zumba porque me le guindo y entonces no vamos los dos.(Sonríe)

Bueno, allá (Cùpira) me entregaron a un carajo que me puso un fal en la espalda y me dijo sigue por ahí, y yo veía pa` los lados y eso estaba así de gente de verde, y entonces me dijo “¿Cómo que te quieres ir corriendo?”. Yo pensé inmediatamente, este carajo lo que quiere es matame y decì que yo me había ido corriendo, que por eso me había matado. Yo le dije, chico yo no se pa` donde voy, tu me dices siga por ahí y yo no se pa` donde voy, y me dijo “pa` allá, pa` allá”, me sentó en una barranca donde había un caño y el agua me daba por aquí (señala las rodillas) lo pies metidos en el agua, bueno eso fue en julio del año 64 (1964).

Cuando llegue ahí , me preguntó un capitán, yo no supe nunca el nombre de esa gente, el que se la pasaba allá era un coronel, de apellido Bonilla, no le supe el nombre, entonces el capitán dijo “estos eran los colaboradores de la guerrilla, nos vas a contar todo” entonces sacó una cachiporra, una vaina que utilizaba la Seguridad Nacional pa` jode a los presos y me dio dos coñazos uno por cada lado del pecho, entonces me dijo “Ustedes son cabeza dura, te vamos a matar si no hablas” Yo le dije, yo no tengo que hablà, porque yo no soy guerrillero, yo no estado nunca en guerrilla. “Pero ustedes son colaboradores porque a nosotros nos dijeron” y le pregunte y quien le dijo “Aquí nunca se sabe quien dijo las cosas”. Bueno a los tres días nos pasaron al pueblo (Cupira) y nos metieron en un calabozo, ahí nos metieron 15 en un calabozo a donde cabían tres, dormíamos uno sobre de otro.

De ahí me llevaron pa` Caracas, entonces cuando íbamos en el camino antes de llegar al Guapo, se paró el autobús donde estaba el campamento militar y se puso eso así (agrupó)de gente en la puerta del autobús y se quedó un carajo mirándome y dijo “ese catire que va ahí lo vi yo el primer día de la pelea” y dice otro ¿Y tu porque no lo mataste?” y le contestó “Porque se me desapareció” dije yo que coño e `madre como me va a conoce tan repente me vio de pasada y me va a conoce y además yo no estaba en guerrilla. Entonces dijo otro carajo: “Bajen a ese carajo de ahì pa` mételo pa la montaña” entonces dije yo, ya esta listo estos lo que quieren es matame. Se paró el teniente que iba encargado de la Comisión y dijo “Yo cargo un papel aquí, no me bajen a nadie yo cargo esta lista y tengo que entregar a esta gente completa.” Entonces, me salve, porque concho, si me han llevado para la montaña no vengo más nunca. Me hubieran matado, si lo que querían era matarme.

Me llevaron al Cuartel San Carlos, tres meses y luego cuatro meses en la Isla de Tacarigua, allá no nos golpearon, cuando estábamos aquí si nos jodieron (San José de Guaribe).
Cuando salí, me dijeron que no volviera pa` allá porque me iban a matar, y les dije pero si yo allá es que tengo lo que tengo, como no voy a volver, “bueno si te vas pa` allá te vamos a mata”, por el simple hecho de colaborar con la guerrilla, haciéndole compra de comida, vendiéndoles un cochino, le vendía una carga de casabe.

A mi me defendió un abogado de nombre Marcos José Risquez que es de Altagracia de Orituco, y delante del juez (Coronel) me preguntó “¿Que hizo usted?” le dije no he hecho nada, y me dice “¿porque esta preso? Yo estoy preso porque me acusaron de colaborar con la guerrilla entonces el juez me dijo¿Y como colaboraba? Yo le vendía, casabe, cochino y o alguna cosa que me encargaban yo se las traía y me dijo “no hombre usted esta en su casa, usted esta en lo suyo pa` vendérselo a quien se lo compre y a quien se lo pague mejor”. El juez era un Coronel me dijo “bueno muchachos nosotros los trajimos aquí a ustedes para hacerle una declaración indagatoria, que llamamos nosotros, porque tenemos en conocimiento que ustedes tienen un expediente falso levantado a fuerza de plan de machete y culata de fusil”, así me dijo, “aquí no hacemos eso, aquí no hacemos eso, usted aquí dice lo que usted hizo y más nada, no se obliga a nadie a decir lo que no ha hecho pa` poderse salvar de una planazòn o una golpamenta que le den” y justamente después que me pasaron pa` Tacarigua el abogado me mandò a decir “Dígale al catire que se acuerde de mi que ya va a salí”.
Pasamos un diciembre allá en la Isla de Tacarigua, un 31 de diciembre comiendo hallaca y bebiendo fresco y bailando en la cárcel de la Isla de Tacarigua.”

Testimonio recogido en la población de San José de Guaribe Estado Guárico en septiembre de 2005, enviado a la Comisión Especial de la Asamblea Nacional que investigó las torturas, desapariciones y asesinatos durante la década de los años 60, 70 y 80 en Venezuela.

Aldemaro Barrio Romero

viernes, 20 de julio de 2007

¿Que hacen las universidades en Venezuela?


Esta pregunta la hacemos millones de venezolanos, especialmente cuando observamos que existe, en grupos oposicionistas, una frenética convulsión por la supuesta afectación de la autonomía universitaria.
Pero como padres y madres que tienen hijos que están incorporándose a la formación académica en las instituciones de educación superior en el país. Estas preguntas las hago pensando en conocer cierta y oportunamente que esta pasando en nuestras universidades en diversas materias que son inherentes al desarrollo del país.
¿Qué podemos esperar de las universidades? ¿Qué se ha desarrollado en materia de investigación en estas instituciones durante los últimos años? ¿Cuales y cuantos trabajos de investigación se publican para revistas indexadas nacionales e internacionales para reconocer y certificar el trabajo de nuestros investigadores? ¿Cómo y que expresan públicamente los académicos nacionales en términos de publicaciones de libros, artículos de prensa u otros foros públicos nacionales e internacionales?.
Estas entre otras preguntas permitirán saber y conocer lo que ocurre en nuestras instituciones de educación superior para valorar el tema de la autonomía universitaria, que entre otras cosas sirve para, precisamente, desarrollar áreas vitales que nutren esa condición autonómica.
Para no juzgar injustamente y calificar apriori lo que se hace en nuestras universidades, creo responsable en esta instancia expresar lo que en la opinión pública se registra en cuanto a la percepción de lo que hacen nuestros académicos en nuestras universidades.
He hecho preguntas a distintas personas de manera aleatoria, profesionales, gente vinculada al sector académico, hombres y mujeres, padres o madres, y el común denominador de lo que piensan sobre lo se hace en nuestras universidades es desalentador.
En un seminario sobre manejo de la información, recientemente realizado en la ciudad de Caracas, me atreví a hacerle una pregunta provocadora a un profesor de la Universidad Central de Venezuela y su respuesta mostró la punta de un iceberg sobre lo que podría estar ocurriendo en cuanto a la capacidad de razonamiento de un académico de renombrado prestigio en materia de comunicación en una universidad emblemática de estudios superiores en Venezuela. En el mismo seminario se reconoció públicamente que “atrasados estábamos los venezolanos” en materia de formación sobre diversas áreas del conocimiento y fue precisamente una profesora universitaria la que expreso esa opinión.
De manera que existe una percepción pública negativa sobre la situación académica en la que se encuentran nuestras universidades, del alto porcentaje de profesores contratados por alguinas autoridades universitarias vinculadas a sectores políticos de derecha y al neoliberalismos que controlan el claustro universitario, desconfigurando la condición de equilibrio y universalidad que debe privar en la universidad, quizás sea subjetivo, si, pero bastaría investigar o proponer un estudio serio sobre lo que esta ocurriendo en las universidades venezolanas en materia de investigación, de la calificación de los académicos para ocupar sus cargos catedráticos, de los estudios de postgrado o de cuarto nivel que estas instituciones efectúan, por dejar tres preguntas en un cuestionario que debería ser mucho más extenso y riguroso.
Ahora ¿Quién asume la responsabilidad de ser cierto el descalabro académico de nuestras universidades? Si las universidades públicas son autónomas y cuentan con recursos económicos para las operaciones inherentes a su condición ¿Qué se hace la inversión que el estado ha hecho a estas instituciones?.
En fin, el estado o el gobierno pero especialmente la ciudadanía , están en la obligación de exigir a las autoridades que administran las universidades la justificación de la inversión que se hace en las casas de estudios y el debido planeamiento de sus actividades correspondidas con el desarrollo del país y con la necesidades fundamentales de la sociedad. Por ello la autonomía debe entenderse como un medio para cumplir con el rol social que como misión tienen la universidad y no imbricar las universidades sobre la sociedad actuando como un ente aislado y divorciado de los grandes problemas que la república tiene que afrontar en correspondencia con su obligación social, de concernir a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas que habitan el territorio nacional y en consecuencia con los más grandes y nobles propósitos de la humanidad.

Aldemaro Barrios Romero.

jueves, 19 de julio de 2007

Libertad de información en Venezuela.



Edgar Fernández un camarógrafo venezolano del canal oficial Venezolana de Televisión el dìa 26 de mayo aparece en la pantalla de RCTV, la televisora privada cuya licencia terminó un 28 de mayo de 2007. El reportero audiovisual luego de ser agredido física y verbalmente por activistas de oposición, toma la palabra ante la frenética bienvenida de cientos de manifestantes con un discurso de reclamo a la muchedumbre, la algarabía desconoce la palabra del trabajador, no lo escucha, sólo responde a la esquizofrenia de pensar que el trabajador se había montado en la tarima para sumarse a los llamados irracionales de respeto a la libertad de expresión.

De pronto su voz y sus palabras ajadas de pronunciación popular se imponen en los altoparlantes: “Respeten, respeten mi trabajo” “Yo defendí a los camarógrafos de RCTV en Puente Yaguno, ahora ustedes me quieren agredir a mi, respeten, respeten” insistía el trabajador del canal VTV, entonces la muchedumbre bajo la voz y asentían el reclamo de Fernández para su libertad de informar dirigida a quienes estaban protestando por una supuesta violación a la libertad de expresión.

Lo que ocurrió el día 27 de mayo en las afueras del canal de televisión venezolano RCTV fue la mejor señal para desmontar la falsa creencia que en Venezuela no existe libertad de expresión y desacreditar a quienes pretenden hacer creer al mundo que en Venezuela vivimos tiempos de oprobio, cuando la realidad marca otra visión en la que se ha diversificado las posibilidades de expresión con la aparición de nuevos medios de comunicación donde el ejercicio de la producción independiente esta privilegiada.

Las calles de Caracas, día a día soportan marchas de distintos sectores sociales, ricos, pobres, oposición, católicos, nudistas, chavistas, personas discapacitadas, ancianos jubilados, estudiantes, mientras en los medios privados, radio televisión y prensa exponen con saturación repetitiva las ideas de los oposicionista y en proporción desventajosa para los que no están aliados a la oposición; expertos y académicos de ambos bandos exponen tesis y análisis sobre la situación del país, mientras ocurre esta batalla de ideas y expresiones, el laboratorio social, político y cultural que es hoy Venezuela, sigue su experimento de transformación social remontando la cuesta de la injusticia y exclusión social.

La proyección de mentiras y falsos escenarios de la realidad en la televisión privada venezolana ha alcanzado el extremo del llamado a magnicidio, sin embargo bajo el telón de supuesta violación de la libertad de expresión se acusa al Gobierno de Chávez de autoritario. Peor aún la constante exposición a mensajes con contenidos que inducen al miedo, al terror y a la zozobra social, no sólo ha infringido la Ley de Responsabilidad Social que norma los contenidos de la programación mediàtica nacional sino que ha violado las normas internacionales especialmente en lo referido a la paz social y al derecho de los ciudadanos a estar informados de forma veraz.

El camarógrafo Edgar Fernández, bajò de la tarima de RCTV y dejó un testimonio único de la realidad venezolana, lo hizo en el momento oportuno guiado por la voluntad de reclamar su derecho a informar luego de ser agredido por algunos activistas oposicionista y para dejar por sentado y firme la evidencia del uso desenfrenado e irresponsable de un medio de comunicación como lo fue RCTV, hoy sustituido por una nueva señal que llama a la paz, a la convivencia social y la libertad de expresión en todos sus sentidos.

miércoles, 18 de julio de 2007

Los estadounidenses tienen la palabra




La situación política interna de los EEUU será determinante para el sostenimiento de la hegemonía del imperialismo en el resto del mundo. El fracaso de la insostenible situación de sitio en Irak por parte de los fuerzas de ocupación imperialista ha agrupado a un importante sector de miembros del cuerpo legislativo estadounidense vinculados al ala republicana, para pronunciarse por un cambio de ruta en la guerra contra Irak.
Ante la inminencia de elecciones en EEUU y la creciente falta de popularidad del Gobierno del Presidente Bush, los políticos tradicionales (republicanos y demócratas) buscan un asidero para sostener sus presencias públicas mediante acciones demagógicas para mostrarse ante el pueblo de los EEUU como contrarios a la guerra, y “defensores de la paz”.
Para el Gobierno de los Estados Unidos una recuperación de la confianza pública pasaría por realizar aventuras guerreristas o terroristas que exalten el nacionalismo o que conmuevan la fibra emocional de un pueblo abarrotado de consumismo, mentiras y distraccionismo. Para ello el Gobierno de Bush puede jugarse un escenario sucio y artificial utilizando el “terrorismo” “el narcotráfico” y otros medios para justificar acciones que permitan subir su baja popularidad, que apuntarán a espacios estratégicos regionales donde han perdido terreno, una práctica usual en los métodos de dominación y de implantación de su hegemonía política.

Vemos con preocupación como el escenario de la guerra en Colombia ha dado síntomas de calentamiento provocados por acciones de dudoso procedimiento. No debemos abrigar dudas que el tema Colombia esta colocada en la agenda del Gobierno de EEUU en primera página, a los efectos de proceder contra Venezuela.
Mediante el chantaje a algunos gobiernos y la derecha latinoamericana en uso de mecanismos de poder, el Gobierno de los EEEUU ha tratado de acorralar a Venezuela en el escenario mediático internacional. Así mismo usan voceros del fascismo internacional localizado estratégicamente en Europa para desatar una campaña en los medios internacionales con el único propósito de descalificar a Venezuela y desprestigiar al alcance de la revolución bolivariana con la intención de minimizar su impacto en la región.

No obstante en los EEUU el memorando público se concentrará en la guerra contra Irak en lo inmediato así como toda la movilidad política electoral que puede darle ventajas a los movimientos sociales en América Latina y el mundo, pero no dudamos que un cambio de gerencia pública afectará la agenda política de agresión que las grandes corporaciones industriales tiene elaborada para el sostenimiento del status de dominio sobre la economía mundial y especialmente en América Latina.
En lo relativo al manejo de la información, cuyo soporte monopólico lo ejerce el Departamento de Estado de manera cerrada con las corporaciones y consorcios mediàticos no habrá un cambio en el modelo y el método de soporte a las políticas del gobierno imperialista de los EEUU.

Los errores consecutivos cometidos por la diplomacia estadounidense en los foros regionales (OEA) dan a los pueblos de la región y especialmente a Venezuela una ventaja coyuntural que nos llama a colocarnos en posición ofensiva en las tareas vinculadas con el posicionamiento del mensaje fresco, edificante de los logros de la Revolución Bolivariana, con temas de la agenda noticiosa internacional relacionados a la autonomía de la industria petrolera entre otros, igualmente esta situación sugiere que nuestro país avala la consolidación de procesos de integración a pesar de los intentos de sectores de la derecha en algunos países de la región para frenar y obstaculizar este proceso.

Venezuela se ha posicionado en la estrategia del diálogo sur-sur que junto a la promoción de la integración Latinoamericana constituyen dos ejes de la política internacional venezolana apuntando hacia un mundo multipolar que quiebre la hegemonía de los países industrializados sobre los países pobre del globo terráqueo.

En ese contexto Venezuela lideriza acciones políticas desde los organismos multilaterales como la ONU, UNESCO y OEA e instrumenta relaciones bilaterales con países de Europa, África y Asia que se orienten al factor de responsabilidad social como signo privilegiado antes que lo mercantil, especialmente cuando se abren las puertas para la inversión extranjera en el país.

Por todo ello se hace necesario generar un clima de confianza hacia Venezuela que le permita a la república consolidar su posición política en la región y el mundo, valiéndose de su condición democrática moral y éticamente incuestionable, demostrada por el sistema político de participación protagónica del pueblo venezolano y las políticas internacionales orientada por el presidente Chávez en lo relativo a autodeterminación e integración de los pueblos del mundo.
Sin desconsiderar las acciones coyunturales que tengan las Misiones Diplomáticas producto de las acciones inmediatas en el mapa político internacional es necesario comprender que estamos ante la consolidación de un proceso de estado de largo aliento y no de un gobierno cortoplacista ; ello implica la construcción de un nueva estructura político ideológica de las misiones diplomáticas correspondidas con los planes trazados por el Presidente de la República en la configuración de un plano de relaciones mundiales multipolares y en la defensa irrestricta de los intereses de un estado que construye una democracia protagónica y participativa para beneficio del pueblo venezolano.
Aldemaro Barrios Romero

lunes, 16 de julio de 2007

Testimonios desde la tortura


“No lo busque más, yo lo lancé de un helicóptero”
Testimonio de Doña Rosa Rojas de Soto sobre la desaparición de su hijo Victor Ramón Soto Rojas

El relato de Doña Rosa Rojas de Soto es uno de los testimonios de las operaciones de terrorismo aplicado por los gobiernos de Acción Democrática y COPEI urdidos en violaciones flagrantes a los derechos humanos, infringiendo castigos, torturas físicas y psicológicas, asesinatos y desapariciones a prisioneros o detenidos vinculados las luchas sociales durante los años 60, 70 y 80. Este testimonio es uno de los tantos capítulos que debe ser recordado y refrendado en la memoria de la historia contemporánea de Venezuela.

“Mi hijo Victor Ramón se me graduó y se desapareció, hasta que encontré un señor militar y me dijo mire señora, yo todos los días abro el periódico la veo a usted buscando a su hijo, me dijo, no lo busque, yo lo bote, me mando el gobierno de Raúl Leoni a botarlo en un helicóptero y no se donde cayó, yo no me acuerdo del nombre de ese señor, era militar pero un militar bueno”
“Ese militar fue muy bueno porque me dijo que no lo buscara más, pero no me acuerdo de su nombre, mi esposo se puso bravo porque ese militar me pidió un abrazo yo se lo di, mi esposo me dijo tu has debido meterle un tiro a ese carajo y no darle un abrazo, ¡no¡, si me saco de dudas porque yo vivía buscando mi hijo por donde quiera.”

Fue entre el 29 de julio y los primeros días de agosto de 1964 cuando detienen a Victor Ramón Soto Rojas en una alcabala de la Guardia Nacional a la entrada de Altagracia de Orituco, lo llevan a la prefectura y de allí lo trasladan a San Juan de los Morros, lo torturan en la Digepol Guárico y luego lo transportan al Regional No 5 G.N en El Paraíso en Caracas, después lo manda a buscar una Comisión de la Digepol y lo llevan al campamento antiguerrillero de Cùpira y desde allí desaparece.

“Yo le pregunté a ese militar como se portó mi hijo, si se puso bravo, que hizo y me dijo a ese le dieron palo y él no se daba ni cuenta y de allí lo metieron en el helicóptero y lo lanzamos en la montaña”.

Para cuando Victor Ramón Soto Rojas es trasladado en helicóptero desde Cùpira hacia la montaña de El Bachiller era muy probable que había perdido el conocimiento por efecto de las torturas a las que fue sometido, luego de investigaciones realizadas por familiares y defensores de los derechos humanos presumen que fue colgado vivo desde el helicóptero y lanzado al vacío pendiendo de un mecate para que se estrellara contra los árboles de las montañas de la Serranía Maestra del Interior en los límites de los estados Guárico y Miranda.