“No lo busque más, yo lo lancé de un helicóptero”
Testimonio de Doña Rosa Rojas de Soto sobre la desaparición de su hijo Victor Ramón Soto Rojas
El relato de Doña Rosa Rojas de Soto es uno de los testimonios de las operaciones de terrorismo aplicado por los gobiernos de Acción Democrática y COPEI urdidos en violaciones flagrantes a los derechos humanos, infringiendo castigos, torturas físicas y psicológicas, asesinatos y desapariciones a prisioneros o detenidos vinculados las luchas sociales durante los años 60, 70 y 80. Este testimonio es uno de los tantos capítulos que debe ser recordado y refrendado en la memoria de la historia contemporánea de Venezuela.
“Mi hijo Victor Ramón se me graduó y se desapareció, hasta que encontré un señor militar y me dijo mire señora, yo todos los días abro el periódico la veo a usted buscando a su hijo, me dijo, no lo busque, yo lo bote, me mando el gobierno de Raúl Leoni a botarlo en un helicóptero y no se donde cayó, yo no me acuerdo del nombre de ese señor, era militar pero un militar bueno”
“Ese militar fue muy bueno porque me dijo que no lo buscara más, pero no me acuerdo de su nombre, mi esposo se puso bravo porque ese militar me pidió un abrazo yo se lo di, mi esposo me dijo tu has debido meterle un tiro a ese carajo y no darle un abrazo, ¡no¡, si me saco de dudas porque yo vivía buscando mi hijo por donde quiera.”
Fue entre el 29 de julio y los primeros días de agosto de 1964 cuando detienen a Victor Ramón Soto Rojas en una alcabala de la Guardia Nacional a la entrada de Altagracia de Orituco, lo llevan a la prefectura y de allí lo trasladan a San Juan de los Morros, lo torturan en la Digepol Guárico y luego lo transportan al Regional No 5 G.N en El Paraíso en Caracas, después lo manda a buscar una Comisión de la Digepol y lo llevan al campamento antiguerrillero de Cùpira y desde allí desaparece.
“Yo le pregunté a ese militar como se portó mi hijo, si se puso bravo, que hizo y me dijo a ese le dieron palo y él no se daba ni cuenta y de allí lo metieron en el helicóptero y lo lanzamos en la montaña”.
Para cuando Victor Ramón Soto Rojas es trasladado en helicóptero desde Cùpira hacia la montaña de El Bachiller era muy probable que había perdido el conocimiento por efecto de las torturas a las que fue sometido, luego de investigaciones realizadas por familiares y defensores de los derechos humanos presumen que fue colgado vivo desde el helicóptero y lanzado al vacío pendiendo de un mecate para que se estrellara contra los árboles de las montañas de la Serranía Maestra del Interior en los límites de los estados Guárico y Miranda.
Testimonio de Doña Rosa Rojas de Soto sobre la desaparición de su hijo Victor Ramón Soto Rojas
El relato de Doña Rosa Rojas de Soto es uno de los testimonios de las operaciones de terrorismo aplicado por los gobiernos de Acción Democrática y COPEI urdidos en violaciones flagrantes a los derechos humanos, infringiendo castigos, torturas físicas y psicológicas, asesinatos y desapariciones a prisioneros o detenidos vinculados las luchas sociales durante los años 60, 70 y 80. Este testimonio es uno de los tantos capítulos que debe ser recordado y refrendado en la memoria de la historia contemporánea de Venezuela.
“Mi hijo Victor Ramón se me graduó y se desapareció, hasta que encontré un señor militar y me dijo mire señora, yo todos los días abro el periódico la veo a usted buscando a su hijo, me dijo, no lo busque, yo lo bote, me mando el gobierno de Raúl Leoni a botarlo en un helicóptero y no se donde cayó, yo no me acuerdo del nombre de ese señor, era militar pero un militar bueno”
“Ese militar fue muy bueno porque me dijo que no lo buscara más, pero no me acuerdo de su nombre, mi esposo se puso bravo porque ese militar me pidió un abrazo yo se lo di, mi esposo me dijo tu has debido meterle un tiro a ese carajo y no darle un abrazo, ¡no¡, si me saco de dudas porque yo vivía buscando mi hijo por donde quiera.”
Fue entre el 29 de julio y los primeros días de agosto de 1964 cuando detienen a Victor Ramón Soto Rojas en una alcabala de la Guardia Nacional a la entrada de Altagracia de Orituco, lo llevan a la prefectura y de allí lo trasladan a San Juan de los Morros, lo torturan en la Digepol Guárico y luego lo transportan al Regional No 5 G.N en El Paraíso en Caracas, después lo manda a buscar una Comisión de la Digepol y lo llevan al campamento antiguerrillero de Cùpira y desde allí desaparece.
“Yo le pregunté a ese militar como se portó mi hijo, si se puso bravo, que hizo y me dijo a ese le dieron palo y él no se daba ni cuenta y de allí lo metieron en el helicóptero y lo lanzamos en la montaña”.
Para cuando Victor Ramón Soto Rojas es trasladado en helicóptero desde Cùpira hacia la montaña de El Bachiller era muy probable que había perdido el conocimiento por efecto de las torturas a las que fue sometido, luego de investigaciones realizadas por familiares y defensores de los derechos humanos presumen que fue colgado vivo desde el helicóptero y lanzado al vacío pendiendo de un mecate para que se estrellara contra los árboles de las montañas de la Serranía Maestra del Interior en los límites de los estados Guárico y Miranda.
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